Ubicado en la Plaza Mayor. Tiene dos fachadas: la de plaza, que data del siglo XVIII, de estilo barroco, dividida en dos cuerpos, en el inferior, un arco de piedra que comunica con la calle posterior y la portada de acceso, adintelada. En el piso superior, un balcón corrido sujeto por tirantes de hierro; el vano correspondiente al arco del piso inferior está decorado con una moldura en zig-zag, una cornisa y tres escudos rematándolo. El conjunto está coronado por una moldura mixtilínea, rematada con pirámides, en cuyo centro se encuentra un escudo real con la efigie de Carlos III. El Ayuntamiento actual está situado, en origen, en la antigua Sala de Sesiones o lugar de reuniones del concejo llamada “Cámara de Santa María” del siglo XIV, situada en la segunda torre de la Puerta Principal de la Villa, “Puerta Herrada”. La torre, todavía se conserva reedificada y transformada, albergando hoy el Salón de Plenos de este Ayuntamiento. En la primera torre de esta puerta, que desapareció en la reforma de 1784, se encontraba la cárcel y debajo de ésta, la “red de harina”, la carnicería y la pescadería del concejo. Y que fue construida por Francisco de León y Ginés Lario, rematada con efigie de Carlos III y los escudos de la ciudad y del Imperio. Su fachada N. o de la calle Fernando Núñez Robres, del siglo XVI posee clara influencia del arquitecto alcazareño Andrés de Vandelvira, con ornamentación escultórica. Zócalo de sillar, portada adintelada, enmarcada por dos pares de columnas estriadas de capitel de volutas sobre amplio basamento, entablamento sencillo, coronada por un escudo flanqueado por dos tenantes de clara influencia vandelviresca, rematados en ménsula, sobre estos, un arco de medio punto avenerado con busto de estilo clásico en el centro. A ambos lados de la puerta, ventanas de rica decoración. Inscripciones del friso de la portada: “Reinando el rei Don Philippo II de este nombre”. Dos ventanas laterales, con inscripciones; la de la izquierda: Rei Chinchilla Mando / Hazer esta obra”; la de la derecha: Siendo Corregidor Don Geronimo de Guzman”. Siendo alférez mayor Fernando Núñez-Robres Cañavate y Balterra, cuyo nombre lleva la actual calle.
BALLESTEROS CAMPOS, Plácida V. /MOLINA CANTOS, Joaquín: “Chinchilla de Montearagón Turística, España 2006”. Nª Regtº. Propiedad Intelectual AB-728-2005.
Desde que en el siglo XIII se produjo la conquista cristiana de la antigua población musulmana de Chinchilla por Pelayo Pérez Correa, en época de Fernando III de Castilla, el concejo de Chinchilla compatibilizaría el carácter abierto con una sala capitular –la “Cámara de Santa María”- que según costumbre castellana se situaba en un torreón de acero a la población sobre un arco y bóveda, en el mismo lugar donde hoy se encuentra y así se describe en la “Relación Topográfica” de 1576 de Felipe II.
Del siglo XVI disponemos de diversas noticias documentales sobre la reconstrucción y obras en las casas consistoriales, desde la construcción de una artística ventana a la plaza o la adquisición de un retablo para la sala capitular. A finales de ese siglo, en 1590, se concluía la portada de acceso hoy existente, según modelos derivados de los Vandelvira, con el gran escudo de los dominios hispánicos de Felipe II y las armas municipales de Chinchilla en los laterales. En el siglo XVIII se inició una amplia reforma en todo el conjunto de las “Casas de la Ciudad”. Así, se demolieron antiguas edificaciones medievales y en su lugar se levantó la “casa del corregidor”, en la zona más oriental, que corresponden a las actuales oficinas de la planta baja y despachos superiores. Después, entre 1764 y 1781, se construyeron las actuales salas capitulares y fachada en la plaza, según proyecto del arquitecto Tomás de Montalvo y ejecución final de Pascual Picazo, como bien documentó A. Santamaría (1984).
El salón de Plenos mantuvo la vieja estructura sobre una gran bóveda de cañón que sirve de acceso a la plaza. La antesala y capilla incorporada constituye un espacio paralelo al salón municipal, todo ello con una discreta decoración de gusto barroco-rococó en el oculto retablillo de la vieja capilla. Asimismo, se levantó en perfecta cantería la gran fachada a la plaza con amplio balcón y el magnífico remate con el medallón orlado de rocallas del rey Carlos III, más las armas regias y municipales sobre el dintel de acceso al balcón, un extraordinario conjunto que responde a las ideas de renovación y mejora surgidas de la Ilustración.
Luis Guillermo García-Sauco